En Corea, un niño enterró su rostro en el pecho de un médico llorando desconsolado debido al miedo que sentía por hacerse la prueba de COVID-19.
El ocupado personal médico, quienes corren con equipo de protección como solo se ven en las películas, todo debe haber sido tan desconocido y aterrador para un estudiante de primaria.
Sin embargo, un personal médico lo sostuvo cálidamente en sus brazos para consolarlo.
Se instaló una cabina de tratamiento de detección en la Escuela Primaria Mukhyeon para realizar las pruebas COVID-19 este 5 de julio.
Ahí uno de los estudiantes de primaria acudió para someterse a las pruebas, pero se sentó junto a las escaleras porque se sorprendió por la situación de ver a todos en trajes especiales.
Aunque el proceso de prueba fue apretado, el personal médico sostuvo al asustado niño en silencio y esperó a que estuviera listo.
Pronto, otros cuatro miembros del personal médico se reunieron al rededor del pequeño para alentarlo y apoyarlo.
Gracias al cálido apoyo y las palabras del personal médico, el estudiante de primaria pudo completar valientemente su examen.
Luego de la revisión en la primaria Mukhyeon se detectó que tres estudiantes estaban infectados por COVID-19.
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